Glosario de términos
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Aprendizajes de trayectoria: conjunto de aprendizajes que integran el proceso permanente e identitario de la EMS.
Áreas de acceso al conocimiento: aprendizajes que representan la base común de la formación fundamental del currículum fundamental.
Categoría: unidades integradoras de los procesos cognitivos y experiencias.
Conceptos centrales: son aquellos que proporcionan una base conceptual para el estudio en múltiples disciplinas científicas o en la ingeniería.
Conceptos transversales: Son los contenidos planteados por las situaciones problemáticas que afectan a nuestra sociedad en general y a nuestra comunidad en particular. Proporcionan una guía para desarrollar explicaciones y preguntas que den sentido a los fenómenos observados.
Conocimiento integrador: se comprenden las distintas ramas o subcampos de la filosofía cuya amplitud y dimensiones particulares, remiten a las condiciones culturales, e históricas de su emergencia y desarrollo.
Dimensiones: Extensión y profundidad de cada una de las áreas o subcampos interdisciplinares que integran a un determinado conjunto de nociones, saberes o prácticas propias en la formación de las Humanidades.
MCCEMS: Marco Curricular Común de Educación Media Superior.
Meta de aprendizaje en el MCCEMS: son el referente que considerar para la evaluación formativa del proceso de aprendizaje y para el logro del perfil de egreso.
Perfil de egreso: se define como la suma de los aprendizajes de trayectoria de cada uno de los recursos sociocognitivos, áreas de conocimiento y de los propósitos de la formación socioemocionales que conforman la estructura curricular del MCCEMS a través de las distintas Unidades de Aprendizaje Curricular (UAC).
Praxis: refiere a la actividad práctica de aprehender, apropiarse y transmutar una teoría, habilidad o situación en correspondencia al contexto presente.
Programa(s) de trabajo, aula, escuela y comunidad: Es un instrumento organizado y conformado por cada docente de las asignaturas u otras UAC dentro de un plan de estudio, así como los criterios y procedimientos para evaluar y acreditar su cumplimiento.
Progresión: son la ruta por la que las y los estudiantes avanzan en la medida que dominen un concepto, proceso, práctica o habilidad.
Recursos socioemocionales: son acciones en el aula, escuela y comunidad a lo largo de todo el trayecto formativo.
Recursos Sociocognitivos: aprendizajes articuladores, comunes a todos los egresados.
Situación didáctica. Son unidades de trabajo para la enseñanza y el aprendizaje que agrupan de manera coherente y pertinente propósitos educativos, y se conciben en su acepción más amplia como situaciones pedagógicas que pueden involucrar a un docente o un cuerpo colegiado de docentes que colaboran en conjunto para atender la formación integral de los estudiantes.
Subcategoría: unidades articuladoras de conocimientos y experiencias que vinculan los contenidos disciplinares.
TICCAD: Tecnologías de la Información, Comunicación, Conocimiento y Aprendizaje Digital.
UAC: Unidad de Aprendizaje Curricular, serie o conjunto de aprendizajes que integran una unidad completa que tiene valor curricular.
Constructivismo
La palabra "constructivista" es un adjetivo derivado del sustantivo "constructivismo", el cual se refiere a una teoría acerca de la naturaleza de la realidad y de la forma en que adquirimos conocimiento (epistemología). Esta teoría se basa en la idea de que los seres humanos generan conocimiento y significado a partir de sus experiencias, estructuras mentales y creencias, las cuales utilizan para interpretar objetos y eventos.
El constructivismo pone énfasis en la importancia del conocimiento, las creencias y las habilidades individuales en el proceso de aprendizaje a través de la experiencia. Sostiene que la comprensión se construye a partir de la combinación de conocimientos previos y nueva información. Las personas pueden aceptar nuevas ideas o incorporarlas a sus puntos de vista ya establecidos sobre el mundo. El aprendizaje constructivista es una teoría que explica cómo aprendemos. Se plantea que el aprendizaje tiene lugar cuando los estudiantes construyen significado al interpretar la información en el contexto de sus propias experiencias. En otras palabras, los alumnos construyen su propia comprensión del mundo reflexionando sobre sus vivencias. El aprendizaje constructivista se relaciona con enfoques pedagógicos que promueven la participación activa, el aprendizaje efectivo, el aprendizaje significativo, el aprendizaje constructivo y el aprendizaje basado en la práctica.
Esta teoría pedagógica sostiene que el aprendizaje es un proceso activo en el cual los estudiantes construyen su propio conocimiento mediante la interacción con su entorno y la reflexión sobre sus experiencias. Desde esta perspectiva, no son meros receptores pasivos de información, sino participantes activos en la construcción de su propio aprendizaje. En lugar de limitarse a transmitir conocimientos, el rol del docente consiste en facilitar este proceso, creando ambientes de aprendizaje en los cuales los estudiantes puedan explorar, cuestionar y construir su propio entendimiento.
Existen algunas acciones en la educación media superior que podrían parecer constructivistas, pero que en realidad no lo son. A continuación, se presentan algunas prácticas educativas que pueden parecer constructivismo pero, en realidad, no lo son.
Enseñanza tradicional centrada en el docente: Aunque se utilicen materiales visuales o interactivos, si el enfoque de enseñanza se basa principalmente en la transmisión de información por parte del docente y en la memorización de contenidos sin un proceso activo de construcción por parte del estudiante, no se está siguiendo realmente los principios constructivistas.
Evaluaciones basadas en respuestas cerradas: Si las evaluaciones se limitan a preguntas de opción múltiple o a completar espacios en blanco, sin permitir al estudiante reflexionar, argumentar o aplicar su conocimiento de manera activa, se pierde la oportunidad de fomentar la construcción personal de significados.
Ausencia de retroalimentación y revisión de errores: El constructivismo implica la importancia de aprender a partir de los errores y recibir retroalimentación constante para mejorar. Si no se brinda la oportunidad de revisar los errores cometidos, corregirlos y reflexionar sobre ellos, se pierde un aspecto fundamental del proceso de construcción del conocimiento.
Enfoque exclusivo en la adquisición de conocimientos teóricos: Si se enfatiza únicamente la adquisición de conocimientos teóricos sin promover la aplicación práctica de esos conocimientos en contextos reales o relevantes para los estudiantes, se limita la capacidad de los estudiantes para construir significados y conectar el conocimiento con su experiencia y realidad.
Falta de interacción y colaboración entre los estudiantes: El constructivismo enfatiza la importancia de la interacción y la colaboración entre los estudiantes para construir conocimiento de manera conjunta. Si no se promueve el trabajo en equipo, la discusión y el intercambio de ideas, se limita la oportunidad de construir conocimientos de manera social y compartida.
En esta sección, se explica a grandes rasgos sólo algunas de la gran variedad de teorías constructivistas que existen. Además, se muestran algunas orientaciones didácticas para utilizar estas teorías en el aula.
Pragmatismo
El conocimiento surge como resultado de los procesos que “transforman una situación problemática en una resuelta” (Dewey, 1929, p. 242). Dewey (1929a) propone la idea de que la interacción es “un rasgo universal de la existencia natural” (p. 244), y la acción es ese modo de interacción que emana del organismo. Conocer no es algo que se impone desde el exterior (a lo que se refiere como 'teoría del conocimiento del espectador'), sino algo que ocurre dentro de la naturaleza (desde el organismo), 'un acto que modifica lo que existía previamente' (p. 245) .
Aquí hay algunas formas de llevar los principios de John Dewey al aula. Recuerda que estos principios son solo una guía y que es importante adaptarlos a las necesidades y contextos específicos de tus estudiantes y asignaturas. El objetivo es fomentar un ambiente de aprendizaje activo, participativo y significativo que promueva el desarrollo integral de los estudiantes.
Aprendizaje basado en la experiencia: Dewey creía en el aprendizaje a través de experiencias prácticas y reales. Fomenta la realización de proyectos, investigaciones y actividades prácticas que permitan a los estudiantes involucrarse activamente en el aprendizaje. Por ejemplo, en una clase de ciencias, los estudiantes podrían realizar experimentos o salidas de campo para observar fenómenos naturales en acción.
Aprendizaje cooperativo: Dewey valoraba el aprendizaje en comunidad y la colaboración entre estudiantes. Fomenta la creación de actividades y proyectos que requieran el trabajo en equipo y la comunicación entre los estudiantes. Por ejemplo, se pueden asignar proyectos grupales en los que los estudiantes tengan que investigar, discutir y presentar sus hallazgos como equipo.
Aprendizaje centrado en el estudiante: Dewey enfatizaba la importancia de adaptar el currículo y las estrategias de enseñanza a las necesidades e intereses de los estudiantes. Promueve la elección y la autonomía del estudiante en su proceso de aprendizaje. Se pueden brindar opciones y permitir que los estudiantes elijan temas de estudio o enfoques de proyecto que les resulten más interesantes.
Reflexión y pensamiento crítico: Dewey consideraba esencial que los estudiantes reflexionaran sobre su propio aprendizaje y pensaran críticamente sobre los temas y problemas que estaban estudiando. Fomenta la discusión y el debate en el aula, y anima a los estudiantes a cuestionar, analizar y evaluar la información que reciben. Se pueden plantear preguntas abiertas que requieran reflexión y análisis crítico.
Conexión con la vida real: Dewey abogaba por la conexión entre el aprendizaje en el aula y la vida cotidiana de los estudiantes. Busca relacionar los conceptos y habilidades enseñadas con situaciones y problemas del mundo real. Por ejemplo, en una clase de historia, se pueden explorar eventos históricos y su relevancia en el contexto actual.
Evaluación formativa: Dewey recomendaba una evaluación continua y formativa que se base en la comprensión y aplicación de los conceptos, en lugar de centrarse únicamente en las calificaciones y exámenes. Promueve el uso de rúbricas, retroalimentación constructiva y la autoevaluación para que los estudiantes reflexionen sobre su progreso y mejoren continuamente.
Esta teoría sugiere que las culturas humanas desarrollen herramientas culturales para resolver problemas. La mayor de estas herramientas, según Vygotsky, es el lenguaje. Esta teoría considera que necesitamos desarrollar un pensamiento de alto nivel, que puede comenzar a una edad muy temprana. Por ejemplo, los niños muy pequeños exhiben un pensamiento abstracto cuando usan materiales neutrales en su juego para representar algo en su juego, como un palo para 'montar' como un caballo o tal vez una caja, para usar como garaje, sala de hospital o tienda. . Tal abstracción (por ejemplo, de un palo a un caballo) prepara a los niños para usar la representación simbólica en el aprendizaje científico posterior. Este uso temprano de símbolos es clave para desarrollar el pensamiento abstracto en el aprendizaje de las ciencias.
A continuación, se presentan algunos pasos que puedes seguir para utilizar el andamiaje en el aula. Recuerda que el andamiaje es un proceso gradual y flexible. A medida que las y los estudiantes adquieren confianza y competencia, el nivel de apoyo puede ir disminuyendo. El objetivo final es que desarrollen habilidades independientes y se conviertan en aprendices autónomos.
Evalúa las necesidades de tu estudiantado: Antes de comenzar a implementar el andamiaje, es importante comprender las habilidades y conocimientos actuales de tus estudiantes. Esto te permitirá identificar las áreas en las que necesitan apoyo y adaptar tus estrategias de andamiaje en consecuencia.
Establece metas claras y alcanzables: Define metas de aprendizaje específicas y alcanzables para tus estudiantes. Divide estas metas en pasos más pequeños y secuenciales para facilitar el proceso de aprendizaje. Esto ayudará a las y los estudiantes a comprender lo que se espera de ellos y a mantener su motivación a medida que avancen hacia las metas establecidas.
Proporciona instrucción estructurada: Presenta el contenido de manera clara y organizada, utilizando diferentes recursos y estrategias de enseñanza. Puedes utilizar ejemplos, analogías, imágenes, videos u otras herramientas que ayuden a los estudiantes a comprender los conceptos de manera más efectiva. Asegúrate de dar instrucciones paso a paso y de verificar la comprensión antes de avanzar.
Ofrece apoyo gradual: A medida que el estudiantado adquiera nuevas habilidades, bríndales apoyo gradual. Comienza proporcionando más orientación y asistencia y, a medida que ganen confianza y conocimientos, ve disminuyendo gradualmente el nivel de apoyo. Esto les permite desarrollar habilidades independientes de manera progresiva.
Fomenta la interacción y el trabajo en colaboración: Promueve la interacción entre los y las estudiantes y fomenta el trabajo en colaboración. Esto les permite apoyarse mutuamente, compartir ideas y resolver problemas de manera conjunta. Además, puedes asignar roles específicos dentro de los grupos para asegurarte de que todos los estudiantes participen activamente.
Proporciona retroalimentación constante: Brinda retroalimentación frecuente y específica a tus estudiantes. Reconoce sus logros y destaca los aspectos que necesitan mejorar. La retroalimentación positiva refuerza el aprendizaje y ayuda al estudiantado a tener una idea clara de su progreso.
Evalúa y ajusta el andamiaje: Realiza evaluaciones periódicas para verificar el progreso de tu estudiantado y ajustar tu andamiaje en consecuencia. Observa qué estrategias funcionan mejor y cuáles pueden requerir modificaciones. Adaptar el andamiaje según las necesidades individuales de los estudiantes es fundamental para su éxito.
La explicación constructivista del aprendizaje de Piaget ve al aprendiz activamente dando sentido al mundo reflexionando sobre las consecuencias de los propios pensamientos y acciones del aprendiz en el entorno físico y social. Entonces, lo que se aprende es tanto una consecuencia de la comprensión actual del mundo por parte del estudiantado, como de cómo es realmente el mundo.
A continuación, se presentan algunas formas en las que puedes aplicar los principios de Piaget en el aula. Recuerda que cada estudiante es único y puede desarrollarse a su propio ritmo. Utiliza los principios de Piaget como guía, pero también considera otras teorías y enfoques pedagógicos.
Aprendizaje activo: Piaget argumentó que las y los estudiantes construyen su conocimiento a través de la interacción activa con su entorno. Fomenta la participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Proporciona oportunidades para la experimentación, la exploración y el descubrimiento. Utiliza actividades prácticas, juegos de roles y proyectos que promuevan la construcción activa del conocimiento.
Equilibrar la asimilación y acomodación: Según Piaget, el aprendizaje ocurre a través de un proceso de equilibrio entre la asimilación (incorporar nueva información a esquemas existentes) y la acomodación (ajustar los esquemas existentes para adaptarse a nueva información). Proporciona situaciones de aprendizaje que desafíen al estudiantado y les permitan relacionar nuevos conceptos con su conocimiento previo. Al mismo tiempo, ofrece apoyo y guía para que puedan acomodar y ajustar sus esquemas cognitivos.
Aprendizaje cooperativo: Piaget destacó la importancia de la interacción social en el desarrollo cognitivo. Fomenta el aprendizaje cooperativo en el aula, donde las y los estudiantes trabajen juntos en grupos pequeños para resolver problemas y construir conocimiento. Esto les permite discutir ideas, compartir perspectivas y desarrollar habilidades sociales mientras aprenden.
Evaluación formativa: A partir de lo propuesto por Piaget se puede entender que la evaluación debería ser un proceso continuo e integrado en el aprendizaje. Utiliza estrategias de evaluación formativa que te permitan recopilar información sobre el progreso de tus estudiantes y adaptar tu enseñanza en consecuencia. Observa cómo las y los estudiantes aplican sus conocimientos en situaciones reales, brinda retroalimentación constructiva y ajusta tus instrucciones para abordar las necesidades individuales de cada estudiante.
La cognición es fundamentalmente una actividad social, y se distribuye entre los miembros de una comunidad de aprendizaje y ese conocimiento se sitúa en los contextos, culturas y actividades en los que se produce y utiliza.
Aquí hay algunas ideas sobre cómo aplicar la cognición situada en un aula de bachillerato. Es importante recordar que cada grupo de estudiantes y cada contexto son diferentes. El personal docente debe adaptar las estrategias y enfoques a las necesidades y características específicas de sus estudiantes para garantizar una experiencia de aprendizaje significativa y efectiva.
Aprendizaje basado en proyectos: En lugar de simplemente enseñar teoría y conceptos abstractos, se pueden diseñar proyectos en los que las y los estudiantes enfrenten desafíos auténticos y resuelvan problemas del mundo real. Por ejemplo, en una clase de ciencias, podrían investigar y proponer soluciones a un problema ambiental local.
Aprendizaje colaborativo: Fomentar la colaboración entre el estudiantado es fundamental para la cognición situada. Se pueden crear actividades en las que trabajen en equipos para resolver problemas, discutir ideas y construir conocimiento juntos. Esto les permite aprender de las perspectivas y experiencias de sus compañeros.
Aprendizaje en el entorno: Salir del aula y realizar actividades de aprendizaje en el entorno cercano puede ser una forma efectiva de aplicar la cognición situada. Por ejemplo, en una clase de historia, las y los estudiantes podrían visitar un sitio histórico local y analizar cómo el entorno influyó en los eventos del pasado.
Uso de tecnología: La tecnología puede ser una herramienta poderosa para la cognición situada. Las y los estudiantes pueden utilizar dispositivos móviles, aplicaciones y herramientas en línea para acceder a información relevante en tiempo real, colaborar con otros y crear productos multimedia que muestren su comprensión de un tema.
Reflexión y metacognición: La cognición situada no se trata solo de la acción en el contexto, sino también de la reflexión sobre la experiencia de aprendizaje. Las y los estudiantes deben ser alentados a reflexionar sobre lo que han aprendido, cómo lo han aplicado y cómo podrían transferir ese conocimiento a otras situaciones. La metacognición les ayuda a tomar conciencia de su propio proceso de pensamiento y a desarrollar estrategias de aprendizaje más efectivas.
El constructivismo social es visto como un subconjunto del constructivismo. Bruner definió tres etapas de aprendizaje relacionadas con el pensamiento sobre el mundo, cada una facilitada por el constructivismo social (Bruner, 1960):
Representación enactiva: la implicación para la enseñanza es brindar oportunidades para "aprender haciendo".
Representación icónica: pensar algo a través de imágenes concretas para comprenderlo.
Representación simbólica: pensar de manera abstracta sobre las cosas.
A continuación, se presentan algunas estrategias para utilizar los principios de Bruner en el aula de bachillerato. Recuerda adaptar estas estrategias a las necesidades específicas de tus estudiantes y a los contenidos que estás enseñando. La flexibilidad y la creatividad son clave para aplicar los principios de Bruner de manera efectiva en el aula de bachillerato.
Aprendizaje por descubrimiento: Fomenta la exploración y la resolución de problemas por parte del estudiantado. Proporciona oportunidades para que descubran conceptos y relaciones por sí mismos, en lugar de simplemente recibir información de forma pasiva. Se pueden plantear preguntas desafiantes, actividades prácticas y experimentos para estimular el pensamiento crítico y la creatividad.
Enseñanza de estructuras y organización: Ayuda a las y los estudiantes a comprender cómo se organizan y estructuran los conocimientos. Se pueden utilizar esquemas, mapas conceptuales y diagramas para representar visualmente las relaciones entre los conceptos. Animarles a crear sus propias representaciones visuales también puede ser beneficioso.
Aprendizaje en espiral: Introduce conceptos de forma gradual y progresiva, revisándolos y ampliándolos en diferentes momentos a lo largo del curso. Esto permite al estudiantado construir una comprensión más profunda y conexiones más sólidas entre los conceptos. Además, se puede fomentar la revisión regular de los temas anteriores antes de introducir nuevos contenidos relacionados.
Aprendizaje contextualizado: Relaciona los conceptos y contenidos con situaciones y contextos reales, para que el estudiantado pueda comprender su relevancia y aplicabilidad. Utiliza ejemplos y casos prácticos que sean significativos para la y los estudiantes, relacionando los contenidos con su entorno, experiencias y áreas de interés.
Uso de materiales y recursos variados: Proporciona una variedad de recursos y materiales educativos, como libros de texto, videos, recursos en línea, experimentos, actividades prácticas, entre otros. Esto permitirá acceder a la información de diferentes maneras, adaptándose a sus estilos y ritmos de aprendizaje individuales.
Aprendizaje colaborativo: Fomenta el trabajo en equipo y la colaboración entre el estudiantado. Puedes organizar discusiones en grupo, proyectos conjuntos y actividades de resolución de problemas en equipo. Esto promueve el intercambio de ideas, la construcción colectiva de conocimiento y el desarrollo de habilidades sociales.
Retroalimentación continua: Proporciona retroalimentación constante y constructiva a las y los estudiantes. Esto les ayudará a entender sus fortalezas y debilidades, y a ajustar su aprendizaje en consecuencia. La retroalimentación puede ser tanto individual como grupal, y puede incluir comentarios verbales, evaluaciones formativas y autocorrección.
La Teoría de la Actividad es una teoría orientada a objetos (Engeström & Sannino, 2010). Según Engeström (2001, pp. 136–137), la Teoría de la Actividad se puede resumir en cinco características.
Unidad principal de análisis: “Un sistema de actividad colectivo, mediado por artefactos y orientado a objetos, visto en sus relaciones de red con otros sistemas de actividad, se toma como la unidad principal de análisis” (Engeström, 2001, p. 136).
Voz múltiple: “Un sistema de actividad es siempre una comunidad de múltiples puntos de vista, tradiciones e intereses” (Engeström, 2001, p. 136).
Historicidad: “Los sistemas de actividad toman forma y se transforman a lo largo de largos períodos de tiempo. Sus problemas y potencialidades sólo pueden entenderse a la luz de su propia historia” (Engeström, 2001, p. 136).
Contradicciones: Las contradicciones juegan un papel central como “fuentes de cambio y desarrollo…[Ellas] históricamente han acumulado tensiones estructurales dentro y entre los sistemas de actividad” (Engeström, 2001, p. 137).
Posibilidad de transformaciones expansivas: “Una transformación expansiva se logra cuando el objeto y el motivo de la actividad se reconceptualizan para abarcar un horizonte de posibilidades radicalmente más amplio que en el modo de actividad anterior” (Engeström, 2001, p. 137).
La teoría de la actividad de Engeström es un marco conceptual que se utiliza para comprender las dinámicas de la actividad humana y el cambio social. Puede ser aplicada en diversos contextos, incluyendo el aula de educación media superior. Aquí se presento algunas formas en las que puedes llevar la teoría de la actividad al aula.
Análisis de la actividad: Invita a tus estudiantado a analizar las actividades que realizan en el aula y a identificar los diferentes elementos que conforman esas actividades. Pídeles que identifiquen los sujetos involucrados, los objetivos, las herramientas, las reglas y las divisiones del trabajo. Esto les permitirá comprender cómo se organiza la actividad en el aula y cómo influye en su aprendizaje.
Identificación de contradicciones: Pide a tus estudiantes que reflexionen sobre las contradicciones que encuentran en su experiencia educativa, como la brecha entre lo que se enseña y lo que necesitan aprender, o las tensiones entre las normas escolares y sus propios intereses. Luego, anímalo a proponer soluciones creativas para resolver esas contradicciones.
Amplificación de la actividad: Engeström propone que el cambio social ocurre cuando las actividades se amplifican y se transforman. En el aula, esto implica identificar oportunidades para ampliar la actividad educativa más allá de los límites tradicionales. Puedes fomentar proyectos de investigación, debates, presentaciones o colaboraciones con la comunidad, que permitan a los estudiantes aplicar y extender lo que han aprendido en contextos reales.
Diálogo y negociación: La teoría de la actividad enfatiza la importancia del diálogo y la negociación entre los sujetos involucrados en la actividad. Fomenta espacios de discusión en el aula donde los estudiantes puedan expresar sus opiniones, debatir ideas y participar en la toma de decisiones sobre su propio proceso de aprendizaje. Esto promoverá un ambiente más participativo y colaborativo.
Reflexión sobre la práctica: Al finalizar una actividad o proyecto, invita a tus estudiantes a reflexionar sobre su experiencia y a analizar qué aprendieron, qué obstáculos enfrentaron y cómo podrían mejorar en el futuro. La reflexión sobre la práctica les permitirá desarrollar habilidades metacognitivas y tomar conciencia de su propio proceso de aprendizaje.